RESIDENCIA ACAMPADOC 2022
RESIDENCIA ACAMPADOC 2022
Por Odín Solís Andrade
Al decidir dirigir mi primer largometraje documental, en la etapa temprana del desarrollo buscaba encontrar aprendizaje especializado en la realización documental y así comencé esta búsqueda en las secciones de formación que ofrecen algunos festivales de tal manera que tuve la fortuna de encontrarme con esta residencia de desarrollo de cine documental enfocada en el patrimonio cultural llamada ACAMPADOC.
En su proceso de selección los requisitos incluían una carpeta o dossier que debería incluir sinopsis, tratamientos, texto del director, presupuestos, y otros elementos que, como productor, de alguna manera ya había trabajado. Previamente, en 2020, ya había cursado la Aceleradora de la Cátedra Documental que ofrecía la EICTV (Cuba) bajo la mentoría del cineasta Luis Alejandro Yero en la que había logrado a consolidar una primera parte de la escritura. Esto me ayudó a tener un proyecto lo suficientemente sólido para presentarlo en esa ocasión.
ACAMPADOC es un festival internacional de cine documental que tiene una sección importante de formación que ofrece en conjunto con el programa IBERMEDIA, que es una importante plataforma que promueve el apoyo y la excelencia al cine iberoamericano. Dentro de esta, existen dos modalidades de estancia: Campamento, para proyectos de cortometraje, y Residencia, para los de larga duración y para ello uno se convierte en acreedor a una beca que incluye el hospedaje, comidas y por supuesto las clases magistrales y asesorías previas y posteriores al festival, además de acceso a todos los eventos del festival incluyendo galas y conversatorios.
La residencia, que este año ocurrió en el mes de junio, es un laboratorio intensivo híbrido que incluye asesorías previas de manera remota para luego concentrarse en La Villa de Los Santos, un pequeño poblado en la región central de Panamá. Es ahí donde para el desarrollo del proyecto, se trabajan especialidades como la investigación documental, narrativa, realización, diseño sonoro, cinefotografía, post-producción, producción ejecutiva e incluso exhibición.
La residencia presencial se desarrolla en 10 días de acompañamiento por parte de profesionales de la industria tales como Viviana Saavedra (BoliviaLab) Elías Jiménez (Festival Ícaro) Fernando de Peña “Feña”, Luis Mendoza (Sindicato Audiovisual), Martín Contreras (EICTV), Denis Godoy (EICTV), Johan Carrasco (EICTV) y Maga Zevallos en la parte de Producción de Impacto que en conjunto asesoran de manera personalizada para preparar el pitch público de cada proyecto que se realiza durante el festival.
Para cerrar este proceso hay una serie de sesiones en línea un par de meses posteriores a la residencia para trabajar en las retroalimentaciones finales. Una vez concluido el proceso en su totalidad cada cineasta tiene un proyecto consolidado y cuenta con el respaldo de este laboratorio y festival que en todos los casos ayuda a darle una mayor formalidad y puede entonces ser presentado ante instituciones y fondos para las etapas consecuentes de la producción y exhibición de la película.
Como parte de los lineamientos de la residencia, además, una de las premisas es la de realizar un cortometraje documental como ejercicio espejo ya sea en cuanto a temática, personajes, lugares o cualquier otro elemento que tenga algún punto de contacto con el largometraje en desarrollo. Esto implica un gran reto creativo y de producción dado que la mayoría de los participantes no somos locales, no conocemos las situaciones ni los posibles personajes en este poblado o en los aledaños. Dentro de estos 10 días ocurre el desarrollo, la preproducción, producción, postproducción e incluso la exhibición con la proyección en la última gala del festival como estreno mundial del cortometraje.
Para este proyecto Arte 7 colaboró pro bono con el equipo fílmico necesario para la realización de este cortometraje documental con lo cuál estoy profundamente agradecido. Para dicho proyecto además conté con el apoyo de Renato Ogata, cinefotógrafo brasileño compañero de residencia quien aportó tanto con su maravilloso trabajo como también con equipo de fotografía. El cortometraje se encuentra actualmente en su ruta de festivales llegando a ser selección oficial de Festivales como el Festival du Film Educatif de Santé en Túnez, respaldado por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de las Naciones Unidas y el Festival de Cine del Canal de Panamá, El Lift-Off Film Festival y en espera de resolución de varios otros.
De los 16 proyectos seleccionados Tocumbo, mi proyecto, fue el único participante mexicano lo cuál fue aún más enriquecedor por la experiencia de conocer de cerca diversos proyectos de otros países, otras realidades y otras forma de ver y hacer el cine, pero sobretodo personas por demás valiosas que, además de haber enriquecido enormemente mi visión sobre los procesos creativos, de lenguaje y de producción, han dejado en mi una huella profunda sobre lo fundamental que es la colectividad en esta profesión en América Latina.
Este acercamiento con cineastas experimentados y especialistas en la creación de cine documental desde perspectivas multidisciplinarias ha sido un gran puntal en el desarrollo de mi película. Sin duda una experiencia que recomiendo a cualquiera que esté en camino de desarrollar un largometraje documental y adentrarse en el cine de no ficción cuyo tema tenga relación intrínseca con temas de identidad, sociedad y cultura latinoamericana.
