"BARDO. FALSA CRÓNICA DE UNAS CUANTAS VERDADES" Dir. Alejandro G. Iñárritu | Reseña por Arianna Escorcia
BARDO. FALSA CRÓNICA DE UNAS CUANTAS VERDADES
Dir. Alejandro González Iñarritu
México | 2022 | 174min.
Por Arianna Escorcia | Alumna de segundo semestre Arte7 CDMX
El último film del director Alejandro G. Iñárritu: Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades, es una experiencia sonora y visualmente envolvente, creando esta otra realidad que sólo el cine puede hacer posible. Y aunque no estoy del todo convencida, Bardo, logra llevarnos a una dimensión subjetiva, dando un espectáculo de atmósferas bien construidas. Sin embargo dejó para nosotrxs lxs espectadorxs –y más por el lado mexicano, después de sus llegadas a los Oscars con The Revenant y Birdman– con bastantes expectativas de por medio.
El protagonista, Silverio, interpretado por Daniel Giménez Cacho, recorre de forma muy íntima y a través de un viaje onírico una serie de disertaciones existenciales que muestran el deterioro de su vida personal y profesional; Silverio es un documentalista aclamado internacionalmente que se encuentra con un escenario completamente diferente y hostil al regresar a su país natal.
Sin embargo, la tan esperada película deja mucho para pensar, es una autobiografía con varios tintes de pretensión, pues no tiene reparo en hablar de sus pasiones, lo que lo inspira (al personaje y al director de la película), lo que le agobia, así como lo orgulloso que está del arte que hace. De igual manera, no se preocupa en hacer sentir su molestia hacia la crítica nacional e internacional. Bardo, es un tipo de sátira que queda a medias en otros intentos por justificarse ante los desdoblamientos que hubo alguna vez en la vida de Iñárritu, mostrando a su país desde una marcada y fuerte crítica social. A partir de comentarios que no llevan a nada y sueño tras sueño vamos desentrañando la crisis existencial por la que Iñárritu, en la piel de SIlverio, experimenta en la más reciente etapa de su vida.
Además de ser estos unos de los puntos claves de la exploración ensimismada, son la parte más interesante de la película, una meta-ficción que juega con transiciones y metáforas. Bardo, nos lleva de la mano para que entendamos sus preocupaciones, una forma egocéntrica de compartir cómo el mundo y México ven a González Iñárritu, y cómo él ve a ese país que entre aciertos y errores le dio un impulso para llegar a ser lo que es, por ello nos comparte a un hombre que se sabe falible y muestra que también es humano, aunque sea de vez en cuando.