Sofía Coppola: La experiencia femenina a través de sus ojos | Reseña por Daniela Alejandra Amores Matuz

Sofía Coppola: La experiencia femenina a través de sus ojos 

Por Daniela Alejandra Amores Matuz | Alumna Diplomado Sabatino A7CDMX

Cuando pensamos en la feminidad y en las implicaciones del ser mujer, se nos pueden venir a la mente muchísimas cosas: colores, palabras, olores, melodías, emociones, entre muchas otras. A pesar de que la experiencia femenina no es lineal ni universal, por los diversos contextos que habita cada persona, hay películas que sí nos pueden causar empatía, pero sobre todo, familiaridad en cuanto a nuestras vivencias. 

Personalmente, una de las palabras que se atraviesan por mi mente es el nombre de Sofia Coppola, que además de ser un referente del cine contemporáneo, también se ha consolidado como una de las cineastas más importantes actualmente y ha logrado construir una trayectoria llena de retratos intrigantes y multidimensionales de personajes femeninos.  

Su filmografía explora las complejidades de ser una mujer en la modernidad, tocando temas como la soledad, la melancolía, cumplir ciertas normas y expectativas que la sociedad nos dicta, la belleza y principalmente la identidad. Esto, acompañado de un diseño de producción impecable, narrativas bien construidas, vestuarios inolvidables con tonos pasteles y soundtracks atemporales que acompañan a la perfección sus historias.  

Por ejemplo, en Lost in Translation (2003) Coppola nos presenta a Charlotte,  una joven recién graduada de literatura interpretada por una Scarlett Johansson de 17 años, quien se encuentra tal y como se menciona en el título en español: perdida, pero no solo geográficamente hablando, sino en el rumbo de su vida. Intentando encontrar conexiones con un Tokio frío y desconocido, o con alguna persona que se sienta como ella. Podemos interpretar Perdidos en Tokio como un coming-of-age que retrata con nostalgia y calidez, lo difícil que llega a ser el transicionar a la adultez en un mundo donde estás rodeadx de personas todo el tiempo, pero no de conexiones reales.  

Por otro lado, en Marie Antoinette (2006), Sofia Coppola ofrece una perspectiva única de la tan polémica adolescente francesa que tuvo que convertirse en la reina del siglo XVIII, explorando su travesía y pronta transición de la adolescencia a la adultez obligada por sus circunstancias. A través de esta cinta, expone cómo las expectativas sociales y las responsabilidades pueden moldear la identidad femenina.  

También, algo crucial en la vida de las mujeres desde la niñez es la amistad y ella ha explorado esto durante su carrera. En la no tan conocida y también controversial The Bling Ring (2013), y en su ópera prima The Virgin Suicides (1999), retrata cómo las relaciones entre amigas pueden ser tanto liberadoras como complicadas, además de mostrar los contrastes de personalidades y lo mucho que esto puede influir en nuestra manera de ver el mundo para bien o para mal.  

Finalmente, Sofia Coppola ha conseguido capturar la esencia de la experiencia femenina a través de retratos de mujeres imperfectas, diversas, con emociones, deseos propios, así como personalidades únicas y anhelos. Su enfoque sensibilizado hacia los personajes femeninos y las narrativas emocionales ha contribuido significativamente a la discusión sobre la representación de la mujer en el cine contemporáneo, consiguiendo que más mujeres se reconozcan en estas historias, así estén situadas en otro continente, otro siglo y otros contextos.