The Troll Hunter: la infinita y cautivadora potencia del Mockumentary | Reseña por Víctor Navarro

The Troll Hunter: la infinita y cautivadora potencia del Mockumentary

Por Víctor Navarro | Tercer Semestre


El Mockumentary ha sido una rama del cine que siempre me ha llamado abismalmente la atención. La simple idea de ficcionalizar un documental es... extraña. Pero al poco tiempo de darle un par de vueltas uno puede darse cuenta de la infinidad de posibilidades que esto puede permitir. ¿Qué es ése algo imaginativo al que puedes aproximarte narrativamente como si fuera real?


Desde la maravillosa y carismática This is Spinal Tap con la investigación del homónimo grupo ficticio de metal (que después se formó de verdad, irónicamente), hasta la cruda y única District 9 con una metáfora entre alienígenas y migrantes mucho más inteligente de lo que uno esperaría, este tipo de filme tiene de todo para mostrar al cruzar el potencial de la ficción y del cine documental.


Y no me ha quedado un mejor ejemplo de esta posibilidad como lo ha sido con la noruega Trolljegeren, o The Troll Hunter, found footage, fantasía Oscura, folklore escandinavo/nórdico, cine autorreferencial, y horror son elementos presentes en esta película. Intenta pensar en algo que junte todo esto… The Troll Hunter se presenta como el material encontrado de un grupo de documentalistas que se desconoce su paradero. En un texto en grande y amarillo te dan la suficiente información para ir entendiendo cómo va el juego.

Desde el comienzo ya se establece lo primero que me hace estar tan enamorado del mockumentary (y el found footage). La dinámica tan particular de la suspensión de la credibilidad con el espectador. Aquí se pide un leve ejercicio de confianza mutua. El creador hace un esfuerzo en que la película sea palpable en nuestra realidad, por más elementos fantásticos presentes, de un modo u otro el resto se mantiene apegado a una experiencia realista. Y al espectador por un tiempo se le pide que crea que lo que ve de algún modo u otro sucedió y es real.



El creador y el espectador saben que lo que están haciendo y viendo no es real, pero al menos la duración del filme entra en un juego donde se lo crean. Y termina siendo, si se tiene la voluntad de formar parte de ese “juego” ante una buena producción, una experiencia fenomenal y difícil de olvidar.

El filme se revela como los restos de un documental originalmente enfocado en fenómenos extraños relacionados tanto con la caza ilegal de osos como la desaparición de diversas personas en los bosques de Noruega, y el cómo tras indagar en la comunidad de cazadores, se encuentran con un individuo muy, muy particular que parece saber lo que pasa.

Y otro punto más de genialidad al mockumentary viene aquí con el personaje de Hans, que como el título de la película sugiere, es un cazador de trolls. Uniendo el estudio de personaje propio de ficción y documental, seguimos al personaje desenvolverse en su profesión con total naturalidad.


La mitología troll es desbordada de golpe mediante este personaje, saliendo como información más que conocida por el mismo cazador y soltando nombres, poderes y debilidades de estas criaturas, pero sin particularmente detenerse a sobre explicarlas. Una atmósfera única se crea mientras lxs espectadores como los ficticios cineastas se adentran en un par de días de rodaje donde la existencia de estos seres no solo será obvia, si no que experimentada hasta su máximo nivel.

Me parece pues que The Troll Hunter crea un personaje muy interesante de seguir y sentir de un modo u otro. Una especie de símil con aquellos trabajadores que podríamos ignorar por mera, vaya, ignorancia, y que mantienen nuestra sociedad a flote ante la realización del famoso “trabajo sucio”.


Este cazador de trolls, el único activo en el universo del filme, es un equivalente a profesiones jodidamente nobles e invaluables pero fuertes como podrían ser aquellas personas que limpian las escenas de crímenes, o aquellas personas que tienen que someterse a horas y horas de contenido terrible e ilegal en internet para poder permitir una investigaciones.

Hans es una persona que detesta su trabajo. Es asqueroso, es mal pagado, y sobre todo el hecho de mantener a estos trolls bajo la oscuridad del ojo público por mera irresponsabilidad gubernamental, le tienta la moral.

En el universo fílmico y de un posible subtexto hay dos presentaciones que me parecen simplemente una genialidad. Por una parte se le da aún más aprecio al folklore nórdico al establecer a estos seres como entes mayoritariamente pasivos que quieren vivir en paz en los bosques y que tienen el mismo peligro que, por ejemplo, un oso. Un ataque troll en su mayoría viene por provocación a ellos. Y el cazador detesta en cierto modo su labor al ver esta parte noble en estos seres.


Pero por otro lado, pudiera verse un subtexto hacia lo que es la erradicación de la cultura por el propio gobierno Nórdico. Sin entrar en muchos spoilers, esta película tiene su lado satírico más obvio.

Finalmente piensalo, lectorx, a uno como Mexa puede que la propia palabra Troll le suene extraña de procesar. Quizás algo caricaturesco o muy mermado podría aparecer en tu cabeza, pero poco más. Ni siquiera tenemos que irnos a las bellas planicies de Noruega. Pensemos en nuestro entorno. Cuantos elementos legendarios o similares mueren no por olvidarlos, pero sí por el interés de que lo sean. Es mera manipulación para establecer nuevas “ideas” e “ideologías” de forma sencilla en un canon imaginario completamente nuevo. El poder sobre la cultura es dominación.

Vaya. Algo intensa aquella reflexión mía, pero al final de cuentas viene por un pensamiento meramente formado por un filme mockumentary.

Esa es la belleza de esta rama del cine. Una que ante la genialidad del cine de ficción y documental, pide que te lo creas por un momento y se jacta de herramientas narrativas de ambos medios, crea una potencia imaginativa que siempre impacta de un modo u otro.


Troll Hunter antes que ser una película de terror, o de fantasía, es un documental. Y uno sale de verla con aquella sensación que los documentales dejan de apreciar la visión de la realidad del documentalista. En este caso, un ojo crítico y amante de su propia cultura, de la figura del Troll y de los empleos nobles al igual de turbios que ignoramos de la mano de André Øvredal.


Troll Hunter tiene algo que ofrecer para todxs: amantes del cine de terror disfrutarán de escenas de tensión bien construidas. Amantes de la fantasía encontrarán una mezcla interesante de la mitología nórdica y un mundo relativamente real. Aquellos que amen el cine de estudio de personaje se encontrarán interesados en el enfoque de un personaje tan particular. E incluso, dos grupos que rara vez se juntan para ver una película como lo son los amantes del movimiento caótico del found footage y aquellos en búsqueda de la fotografía preciosista, podrán encontrar algo en un filme con el caos que es correr con la cámara, y tomas hermosas de la planicie Noruega (especialmente en los últimos 20 minutos, que simplemente son hermosos).

En fin. The Troll Hunter ha sido la primera función del ciclo del Cineclub A7, en su ciclo BIENVENIDOS SEAN LOS MONSTRUOS, donde cada semana se proyectarán películas de todo el mundo con una presencia bestial.


El Jueves 7 de Marzo a las 2:20 pm toca Grabbers una comedia de horror Irlandesa que te hará sentarte en un pub, tomarte un litro de cerveza e intentar sobrevivir a los calamares gigantes del mar.


Y por cada película, me permitiré hacer un artículo y clasificar a los monstruos de estas películas. En este caso...


LISTA DE MONSTRUOS:

1.- Troll: El gigante incomprendido



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