"La infancia de Iván" Reseña por la alumna Jessi

LA INFANCIA DE IVÁN

Dir. Andrei Tarkovsky

Rusia | 1963 | 1 h 37 min.

Por Jessi | Alumna de Tercer Semestre Arte 7 CDMX

La infancia de Iván (Andrei Tarkovsky, 1962) es un filme basado en la novela Iván de Vladimir Bogomolov (1957) y que a su vez nos relata cómo es la vida de un niño de 12 años durante la segunda guerra mundial, precisamente en la desestalinización de la URSS. Mostrándonos algunos de los horrores de la guerra por los que fue experimentando, una serie de eventos que no deben corresponder para un niño, comenzando por la muerte de sus padres a manos de las fuerzas invasoras alemanas, y después es adoptado por el ejército soviético, donde él encuentra deseos vengativos disfrazados de justicia y colabora con ellos explorando la línea enemiga.

Esta película se caracteriza por desprenderse por completo de cualquier tipo de propagandas y ser de naturaleza antibelicista. También es aplaudible que no muestra ningún aire de exaltación patriótica. 

Nos presenta, en una poesía audiovisual, de manera discreta y gentil, el crimen de la muerte, especialmente la de la propia infancia de Iván y, como una cruel caricia, se ve obligado a mantenerla viva en la dimensión del sueño, la realidad es la pesadilla de la que no puede despertar. En sus sueños vemos la característica de los claroscuros, más concretamente en el sueño de su madre y el pozo; vemos que la luz tiene una sobreexposición notable, reforzando la intención de crear un mundo onírico, también nos sugiere esta felicidad lejana y memorias perdidas que Iván quiere alcanzar, sin embargo, no puede. Y de la misma forma, vemos un contraste más oscuro cuando Iván despierta de sus sueños.

Me gustaría señalar al agua como una gran acompañante de Tarkovsky en todas sus películas, en ésta no es la excepción; en cada uno de sus sueños hay alguna forma de agua, desde su madre con un balde, hasta la lluvia sobre el transporte de las manzanas. 

También, quiero mencionar que encuentro muy filosóficamente seductora la idea de que no es necesario adjudicar un significado intelectual a cada escenario, ahora, refiriéndome al cine en general, muchas veces es más hermoso admirar el escenario como poesía visual, digno de reconocerse por sí solo , puede ser tan hermoso o sólo una pequeña aportación. Pensando como ejemplo, la escena de los caballos comiendo las manzanas. 

Considero especialmente enigmático que los soldados nazis no sean más que destellos cayendo, ecos de disparos y, casi al final, figuras caminando sobre el agua semejantes a sombras, formando parte de la atmósfera. 

Conforme vamos conociendo más a Iván ya pesar de mirarlo como un niño, es de evidente cripticismo que él no actúa como un niño, tiene pensamientos, ideas, respuestas y un carácter que mostraría alguien mayor. Tal es el ejemplo, cuando muestra su descontento al ser informado que pretenden enviarlo a una escuela con el argumento de que la guerra no es lugar para un niño; la respuesta que da, nos sugiere el camino a una triste reflexión sobre la cantidad de niños que murieron durante la guerra.

Las pequeñas, y de apariencia fugaz, historias de amor frustrado no tienen una correlación directa con la historia principal, pero son muestras de cariño de una mano fría, un débil suspiro entre respiración ahogada, otras historias que muestran al amor como un asesinato más.

Este largometraje demuestra la importancia del arte sobre y durante la guerra como una forma de análisis totalmente personal, no cuestionable para relacionarse entre sí, sino de valor intrínseco. He de añadir, finalizando, que encuentro de features sublimes la escena del beso en el bosque (tal vez la más famosa de esta película) en el sentido de algo que posee belleza tan grande que causa dolor.


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