'Under the Skin' (2013) Dir. Jonathan Glazer | Reseña por J. Adrián Iturralde

Captura de pantalla 2021-02-19 a las 20.13.28.jpg

por Jorge A. Iturralde

 

Quiero dedicar la siguiente reseña a una de mis mejores amigas, Ariadne, a la cual le agradezco la recomendación de esta película, la cual se ha convertido de una de mis experiencias audiovisuales de thriller y terror favoritas, tqm <3.

Hay demasiado de lo que platicar y admirar de esta película… Me intrigó muchísimo y no me esperaba para nada el viaje de diferentes emociones, algunas totalmente opuestas una de la otra, que esta película provocó en mí.

Scarlett Johansson como nunca antes vista, este proyecto (como muchos otros lo han demostrado) es la prueba de lo bien merecida que es su fama y lo icónica que es para esta generación, sin duda alguna, una de las mejores actrices vivas en estos momentos.

Creo que lo que más admiro de esta película es la ambición que hay detrás de ella, de lo más llamativo en primer plano a los más pequeños detalles hacen de esta película un gigantesco monstruo dramático, emocionante, aterrador e incluso, con ciertos tintes surrealistas que, con cada toma vista en pantalla (las cuales, gracias a su iluminación, son de placer visual extraordinario), con cada efecto de sonido (el departamento de sonido en esta película se la súper mega rifa en plan WOW), la música, y la naturaleza de los personajes y las conversaciones entre ellos, las interacciones, todo esto acumulado logra producir en nosotros, los espectadores, cantidades ilimitadas de emociones de una manera desgarradoramente violenta.

Esa es básicamente una de las dos palabras con las cuales describiría esta película: Violenta… mientras que la otra sería: hermosa.

El uso de “no actores” aquí hacen de la película cien veces mejor, ya que al ser una película bastante aterradora, triste e incómoda a ciertos puntos, la realidad de los personajes impacta de manera inmensamente intensa; por ejemplo, varias de las pláticas entre el personaje de Scarlett Johansson y los hombres con los que se encuentra en la calle, eran reales, estas personas no sabían que estaban siendo grabadas para una película… al saber esto, produce cierto impacto en nosotros en plan Con razón, al ver el posicionamiento de la cámara, siendo más desde un punto de vista como cámara oculta que un estilo cinematográfico; como estudiante de cine, este tipo de experimentación es sumamente inspirador y admirable.

La primera parte de la película es horror puro, lo que se muestra audiovisualmente frente a nosotros llega a ser tan violento psicológicamente que, al menos en mi experiencia, perturbó gigantescamente, como ejemplo pondría la escena de la playa, con la familia, el surfista y el bebé… Por más que la violencia no sea gráfica, es simplemente la atmósfera de tal escena, junto a la agresiva edición, música y la cantidad abrasadora y saturada de sonidos, la cual hace de esta escena una de las más perturbadoras y desesperantes que he visto en cualquier película (es como el sentimiento que “Mother!” (2017) de Aronofsky, pero resumido en 5 minutos). En lo personal, amo este tipo de sentimientos, jajaja.

Luego obtenemos escenas como la plática e interacción con el joven discapacitado, quien en la vida real es discapacitado, no es maquillaje (más realidad implícita por parte de la película), es otro de esos momentos impactantes de la película y sumamente tristes, me llegó a provocar lágrimas. Luego, a la segunda mitad de la película, después de haber estado varios minutos con este personaje oscuro y distante, aún así logramos conectar y simpatizar con ella… y continúa tomando temas totalmente violentos y siempre pesados, como, por ejemplo, la violación (la cual puedo considerar, junto a la escena de la playa, la otra toma más pesada de ver), hasta que llegamos al final de la película y nosotros como espectadores terminamos totalmente destruidos por lo que acabamos de ver… Esta película es fenomenal.

 Calificación final: 95/100. 

Arte7 Cine